
Por José Cotino Escrivá
A finales del año pasado, durante nuestra escapada familiar a Roma, decidimos darnos un homenaje culinario y probar Giano Restaurant. Habíamos leído excelentes críticas sobre su propuesta gastronómica, una fusión de la tradición italiana con toques innovadores orquestada por los reconocidos chefs Ciccio Sultano y Adriano Rausa. Además, su ubicación en el corazón de Roma, dentro del moderno Hotel W en la Via Liguria, nos pareció ideal, a pocos pasos de la Via Veneto y de lugares emblemáticos como la Villa Borghese.
Pero sin duda, uno de los mayores atractivos de Giano era su terraza. Las fotos que habíamos visto en su web mostraban un espacio elegante con vistas privilegiadas de la ciudad, perfecto para disfrutar de una comida al aire libre en un ambiente sofisticado. Lamentablemente, el día de nuestra visita, el tiempo no acompañaba y la terraza estaba cerrada. Una verdadera lástima porque nos quedamos con las ganas de disfrutar de ese entorno tan especial. ¡Tendremos que volver en otra ocasión para tacharlo de nuestra lista!
Dejando a un lado la pequeña decepción de no poder comer en la terraza, nos adentramos en el restaurante. El interior, con una decoración moderna que buscaba diferenciarse del estilo del hotel, nos recibió con un ambiente elegante aunque quizás un poco frío e impersonal. Nos acomodamos en nuestra mesa junto a los amplios ventanales que dejaban entrever la terraza, imaginando cómo sería disfrutar de las vistas en un día soleado. El personal se mostró amable y atento en todo momento, y con su ayuda, nos sumergimos en la carta para elegir nuestros platos.
Entrantes:
Para comenzar, decidimos compartir algunos entrantes y así poder probar diferentes sabores. Nuestra elección recayó en:
- Polpo patate alla cenere e cozze: Este plato nos conquistó desde el primer momento. El pulpo, cocinado a la perfección, presentaba una textura tierna y un sabor exquisito. Las patatas a la cenere, con su peculiar aroma ahumado, aportaban un toque rústico y original. Y los mejillones, frescos y carnosos, complementaban a la perfección el conjunto. Un entrante que nos dejó con ganas de más.
- Tonno rosso pesto di prezzemolo agrumi e puntarelle: La frescura del atún rojo se combinaba a la perfección con el intenso sabor del pesto de perejil y el toque cítrico de los agrumi. Las puntarelle, con su ligero amargor, aportaban un contraste interesante al conjunto. Un plato ligero y sabroso, ideal para abrir boca.


Platos principales:
Llegó el momento de elegir los platos principales, y la variedad de opciones hizo que la decisión fuera difícil. Finalmente, cada uno nos decantamos por una opción diferente:
- Tortello e sugo delle feste: Un plato clásico de la cocina italiana con un toque festivo. La pasta fresca rellena, con su sugo especiado, era una auténtica delicia. Una opción reconfortante y llena de sabor.
- Spaghetto ai tre pomodori: Un plato sencillo pero lleno de matices. La combinación de tres tipos de tomate aportaba una riqueza de sabores increíble. Una opción perfecta para los amantes de la pasta.


- Tagliolino scampi e finocchietto selvatico: Las cigalas, frescas y jugosas, se combinaban a la perfección con el delicado sabor del hinojo silvestre. Un plato elegante y refinado.
- Parmigiana di melanzane: Un clásico de la cocina italiana que no defrauda. La berenjena, tierna y sabrosa, se fundía en la boca. Mi hija, que es una apasionada de este plato, quedó encantada.


- Ventresca di Tonno: Sin duda, uno de los platos estrella de la comida. La ventresca de atún, cocinada al punto, presentaba una textura suave y un sabor excepcional. ¡Un auténtico manjar que me conquistó por completo!
Para acompañar los platos principales, pedimos también:
- Insalata di finocchi e arancia: Una ensalada fresca y ligera, con el dulzor de la naranja y el toque anisado del hinojo.
- Caponata: Un clásico de la cocina siciliana, con berenjenas, tomates, apio y aceitunas. Un acompañamiento perfecto para cualquier plato.
- Patate: Unas patatas al horno, crujientes por fuera y tiernas por dentro.
Postres:
Y para terminar esta agradable comida familiar, no podíamos irnos sin probar algunos de sus postres. Compartimos entre todos:
- Cannolo siciliano: Un clásico de la pastelería siciliana. La masa crujiente y el relleno cremoso eran una auténtica delicia.
- Tiramisú: Un postre italiano que nunca falla. El bizcocho empapado en café, la crema de mascarpone y el cacao amargo se combinaban a la perfección.


- Affogato: Un postre sencillo pero delicioso. El helado de vainilla con el café caliente era una combinación irresistible.
- Meringa: Una merengue ligero y crujiente, con un toque dulce y delicado.
En resumen, la experiencia en Giano Restaurant fue agridulce. La comida, sin duda, estuvo a la altura de las expectativas. Disfrutamos de cada uno de los platos, con ingredientes frescos y de calidad, elaborados con maestría. Sin embargo, aunque el servicio fue correcto, le faltó esa calidez y atención al detalle que uno espera en un restaurante de este nivel. El ambiente nos pareció un poco frío y el precio un poco elevado para lo que ofrecían.
Datos de interés:
- Dirección: Via Liguria, 28, 00187 Roma RM, Italia
- Teléfono: +39 06 894121
- Web: https://gianorestaurant.com/
- Instagram: @gianoristorante
- Nota al restaurante: 7/10
- Precio medio: 70 €
