¡Hola a todos, gourmands y aficionados al buen comer! Soy José Cotino Escriva y hoy, desde mi rincón digital, quiero compartir una experiencia culinaria que me ha dejado con un paladar exquisito y el corazón contento: mi reciente visita al restaurante Fraula en Valencia.
Fraula, cuyo nombre evoca la dulce y aromática fresa en valenciano, es mucho más que un restaurante con estrella Michelin. Es un espacio donde la pasión por la gastronomía se fusiona con el respeto por el producto local y de temporada. Enclavado en la elegante Calle Cirilo Amorós, 84, en el barrio de L’Eixample, Fraula es un remanso de paz en medio del bullicio urbano, un lugar donde el tiempo parece detenerse para dar paso a un viaje sensorial único.

Dani y Roseta: Dos talentos, una misma pasión
Detrás de este proyecto encontramos a Dani y Roseta, dos chefs que han unido su talento y experiencia para crear una propuesta gastronómica sincera y llena de personalidad. Su historia se remonta a 2015, cuando sus caminos se cruzaron en el reconocido restaurante «El Poblet». Dani, formado junto a figuras de la talla de Quique Dacosta y Ricard Camarena, aporta a Fraula una sólida base técnica y un profundo conocimiento de la cocina mediterránea. Roseta, por su parte, tras su paso por el prestigioso «Celler de Can Roca», enriquece la propuesta con su sensibilidad y maestría en el mundo de la repostería.
«Menú Alfàbega»
Tuve la suerte de disfrutar del «Menú Alfàbega», un menú degustación que nos transportó a través de un universo de sabores y texturas. Cada plato, una pequeña obra de arte que reflejaba la esencia de Fraula: producto de calidad, técnica impecable y una creatividad que sorprende sin estridencias.
Aperitivos: Un comienzo prometedor
El festín comenzó con un trío de aperitivos que nos abrieron el apetito:


- Tosta de brandada: Una versión refinada de este clásico, con una textura suave y un sabor intenso que nos dejó con ganas de más.
- Plan de castaña asada: Un guiño a la temporada otoñal, con el dulzor natural de la castaña realzado por una cocción perfecta.
- Buñuelo de calabaza y trufa: La combinación de la calabaza, dulce y aterciopelada, con la intensidad aromática de la trufa, fue simplemente sublime.
Platos principales: Explosión de sabores
A continuación, nos adentramos en un mar de sensaciones con platos como:
- Textura de espárrago y gamba blanca: Una combinación delicada donde la frescura del espárrago se entrelazaba con el dulzor de la gamba.
- Col rizada, salsa yodada e ikura: Un plato que jugaba con los contrastes, con la col rizada aportando un toque amargo que se equilibraba con la intensidad de la salsa yodada y el toque salino del ikura.
- Níscalos confitados en grasa de vaca: Un plato que resaltaba el sabor umami de los níscalos, con la grasa de vaca aportando untuosidad y profundidad.
- Arroz de gamba amb bleda: Un clásico de la cocina valenciana reinventado, con la gamba aportando su sabor característico y la bleda añadiendo un toque de frescura. En valenciano, «bleda» se refiere a la acelga. Es una verdura de hoja verde muy popular en la cocina mediterránea, especialmente en la Comunidad Valenciana. Se utiliza en multitud de platos, desde el tradicional «arròs amb bledes» hasta guisos, tortillas y rellenos.
- Pichón de caserío, cappelletti y moras: Un plato que combinaba la intensidad del pichón con la suavidad de los cappelletti y el toque ácido de las moras.


Dulce final: Petit fours para soñar
Y para culminar esta experiencia gastronómica, un postre que desafiaba las convenciones:
- Mole de fiesta: Una explosión de sabores inesperados, donde el chocolate, el mezcal y el mole se fusionaban en una danza de dulce, salado, picante, ahumado y amargo. Una auténtica sorpresa para el paladar que nos dejó sin palabras.

«El mole, esa salsa mexicana de enigmática complejidad, es un crisol de sabores donde el picante de los chiles se abraza con el dulzor de las especias, el amargor del chocolate y la profundidad de los frutos secos, creando una sinfonía para el paladar que evoca la riqueza cultural de México.»
Para que podáis disfrutar también de esta experiencia, os dejo la información práctica de Fraula:
Fraula Restaurante
- Dirección: Calle Cirilo Amorós, 84, Valencia (Barrio de L’Eixample)
- Teléfono: 961 01 82 88
- Web: fraula.es
- Redes sociales: @fraularestaurante en Instagram
- Menús: Ofrecen varios menús degustación con diferentes precios y número de pases. El «Menú Alfàbega», que yo probé, tiene un precio aproximado de 80€ (puede variar según la temporada).
- Reservas: Imprescindible reservar con antelación, ya que suelen tener mucha demanda. Podéis hacerlo a través de su web o por teléfono.
Consejos adicionales:
- Si tenéis alguna alergia o intolerancia alimentaria, avisad al hacer la reserva para que puedan adaptar el menú a vuestras necesidades.
- El restaurante cuenta con opciones para celíacos.
- Si queréis disfrutar de una experiencia más completa, os recomiendo optar por el maridaje de vinos.
- El ambiente es elegante pero a la vez relajado, así que no os preocupéis demasiado por el código de vestimenta.
¡Espero que esta información os sea útil!
Fraula es mucho más que un restaurante; es un viaje gastronómico que te invita a conectar con los sentidos, a disfrutar de la buena compañía y a dejarte llevar por la magia de la cocina. Si buscáis una experiencia culinaria auténtica y memorable en Valencia, no dudéis en visitar Fraula. Eso sí, ¡recordad reservar con antelación!
Y no puedo dejar de mencionar el ambiente tan especial que se respira en Fraula. La decoración, elegante y moderna a la vez, crea un ambiente cálido y acogedor. Los detalles, como la vajilla artesanal y la cuidada presentación de los platos, demuestran el mimo y la atención que ponen en cada aspecto de la experiencia.
José Cotino Escriva
